miércoles, agosto 29

Me siento para no morir nunca


Me siento para no morir nunca.
El vino agrio,  su pecho llena el vacío.
Dos piernas que atan,
El humo que acusa a la noche,
Sus ojos sangrando son el arte de la habitación.
Me aniquilan, me subliman, me hartan, me condenan
Estoy lejos, 
pero él,
todavía más.

Atenas

No hay comentarios: