Estamos
acostumbrados a vivir en el mundo, y no es tan simple como parece.
No me culpes por
nombrar mil veces la eternidad, porque es mi lugar seguro, simplemente porque
no existe, y de alguna forma nosotros tampoco.
Somos los mismos y
cerramos la voz.
-Estás presente en
mis ausencias-
No me culpes por
marearme cuando hacemos el amor, si cada vez que penetrás mi mente tengo la
sensación de que ya no estoy viva.
No me culpes por no
evadir los silencios, porque sé que las palabras llegan un poco más tarde.
-¡Ahí están!-
No me culpes por no tener
curiosidad en tus ojos cuando están cerrados.
Somos parte de un vacío
que no excita, y una lengua que no arrastra pensamientos hasta tu espalda.
No me culpes por
querer levantarme y escuchar en tu aliento un abrazo.
No me culpes por salir
del universo tantas veces.
Atenas
1 comentario:
hermoso
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